calle de la Sinagoga 23:45h. Me dispongo a llevar mi coche al garaje, pero al comenzar a bajar la calle me encuentro con dos personas mayores, vecinas de esa calle, en la puerta de su casa. Ella, andando un poco más adelantada. Él, casi no podía andar, con gesto de dolor y la mano puesta en el abdomen.
Paré el coche para preguntarles sí iban al médico y que yo les llevaría. Me dijeron que si. El hombre, a causa de problemas en la garganta hace un tiempo que no puede ni hablar siquiera. Su mujer me dijo que habían estado intentando contactar con sus hijos, pero que ninguno había contestado al teléfono, por eso iban a intentar llegar andando al centro de salud, ya que también llamaron allí y nadie les contestó.
Una vez allí el médico no estaba, habían acudido a una urgencia. No podía dejarlos allí, en la calle, así que como es lógico me esperé con ellos. Les dije que al menos se sentasen en el coche a esperar, ya que hacía un poco de frío y estarían mejor.
Llegó el médico y ya me fui, supongo que si era algo más grave llamarían a una ambulancia y ya no me necesitarían. Tampoco sabía lo que tardarían y era muy tarde.
Gracias a esto al bajar por la calle del centro de salud encontré un coche con un rótulo de una empresa de obra civil. Pensé que toda buena acción, en una medida u otra puede verse recompensada, ya que me crucé con ese coche aparcado porque fui allí.
Enviaría el currículum a esa empresa, si no fuera porque ahora no recuerdo el nombre... EN MI LÍNEA (para qué soy así...)
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