De nuevo en un lugar de la mancha...

domingo, 1 de agosto de 2010

Vueltas

Dicen que las vueltas marean y ya lo creo que marean. No sé si puedo describir el cúmulo de sensaciones que me invaden y revolotean por mi interior, pero el mareo es serio.


Decían aquello de que algo se muere en el alma cuando... y es cierto. Anoche despedimos a alguien y la sensación que te deja es algo así. Cerca de la 1 de la madrugada, llegas a la estación y ella tiene que seguir en el vagón plateado que tienes que abandonar. Quieres quedar, deseas encontrarte, pero en el fondo sabes que quizá no pueda ser nunca más. Incomprensiblemente, los que cerraban la puerta a toda prisa, esta vez, se tomaron mucho tiempo. Al menos sabemos todos que es solo quizás.


Hoy tocará mucho más de esto y la verdad es que da mucha pena despedirse, son momentos desagradables, es algo que sabíamos desde el principio, pero de lo que nadie habla. Por otro lado, pienso que estos son de esos momentos que te hacen ser más humano cada vez, evolucionar, crecer y valorar a los demás.

Miedos y expectativas se clavan en mi cerebro. La frialdad, la indiferencia, la falta de cariño a veces viaja lejos, sobretodo cuando simplemente no viaja. Pero siento que los miedos no son los de antes, son mucho más pequeños aunque sean los mismos, porque no son ellos los pequeños, sino yo el que es más grande. Antes de comenzar el viaje ya lo sentí así y ahora después del viaje me he reafirmado y lo siento mucho más.

¿Has cambiado? Tengo que probarlo a mi llegada, pero sí, no solo sé más inglés. Aquí se nos ha hecho famosa una frase por alguien que la dijo: "¡Quiero vivir!". Solo espero, que ahora me dejen, porque yo... necesito poco.

¿Te quedarías? La respuesta es sí, claro, si las condiciones son estas casi me traería aquí lo que me falta y me quedaría para siempre. Es verdad que esto no es un mundo de algodón, pero parece más confortable que el otro.

¿Quieres volver? Por supuesto, creo que siempre se quiere volver, hay cosas que ejercen su atracción desde 6000 kilómetros o más, como el centro de la tierra, el centro de mí tierra.

Esto es solo un trozo del camino, un trozo pavimentado y bonito, no creo que el siguiente sea así, pero estoy preparado para lo que sea. Mientras hay camino, hay esperanza.

Eso sí, hay cosas que están aún más claras después del pequeño camino y es que hoy, una vez más, he vuelto a soñar contigo.